Comernos






Muy en el fondo nos tragamos uno a otro, nos disfrutamos, pero uno siempre cree que se “chingo” al diferente.




Es clásico el ejemplo: ellos creen que si el sexo es fácil, ella es “puta” mientras ellos “más hombres” (que cuento tan triste). Aún los más “liberales” muy en el fondo lo sienten así. Esto no tendría mayor trascendencia si nosotras no lo integráramos a nuestro código, pero aún cuando ellos no lo mencionen, ya creemos que la cagamos, ya no nos tomarán en serio.

¡MIERDA!

Si quiero tocarte, besarte, cogerte (fisiológicamente las mujeres cogen y los hombres penetran), y AMARNOS, tengo que:

a) a) decir que no

b) b) hacer creer que tú tuviste el poder de atraerme y yo no me pude resistir

c) c) adornar el discurso y negarme constantemente hasta que sepas que soy una señorita digna de tomar en serio

d) d) olvidarme de tener sexo contigo en una noche de copas

e) e) esperar hasta que propongas interés

f) f) no mirarte con deseo húmedo

Cuando te me insinúas en noche de copas, nos compartimos y al día siguiente es como si nada, tengo que entender que

a) a) Sólo estabas caliente y lo mismo te daba mi cuerpo a otro que pareciera el de una mujer

b) b) Lo consideras un error

c) c) Sólo pasó

d) d) Sueles hacerlo (y no importa porque tal vez yo también)

Se complica cuando después de esa noche me engancho a ti, cuando me agrada tu “hombría”, cuando me agrada tu tono de voz y la forma en que me tocas tan sólo para moverme y “protegerme” pasándome al lado “seguro” de la calle. Sin embargo, cuando te veo y no me ves, cuando tu cotidianeidad no me considera, cuando digo -¡mierda! No debí acostarme contigo—Eso es lo peor, lo disfruté y me agradó, para mi no sólo fue sexo, NOS COMPARTIMOS, o trate de humanizarlo escribiéndotelo. Pero al parecer el tema se sofoca por el día a día, por mi inseguridad, por sentirme “fácil”, horrible descubrir que me tragué ese discurso.

Evidente que no quieres nada, pero no dejo de cuestionarme ¿y si no me hubiera acostado contigo hubiera sido diferente? ¿Es incorrecto darle hilo libre a las pasiones alcoholizadas?

Por supuesto, ante tales superficialidades, la pregunta es ¿por qué tengo la necesidad de quererte en estas circunstancias?

Para variar y darle la vuelta, más bien ¿por qué no puedo aceptar que bajo la influencia del alcohol te gustaba y en tu estado normal (sin alcohol), no? O mejor, ¿Por qué no te encaro y digo –me gustas-?, ehhh, ehhh, ¿Por qué no volver a la secundaria y pasarme el fin triste porque me rompiste el corazón? ¿Por qué no darle sabor a esta vida?

0 comentarios:

Publicar un comentario